Foto sacada de El Norte de Castilla
Por si alguien aún no se ha enterado o duda de la capacidad de nuestra paisana más internacional, habida cuenta de lo difícil que nos resulta a veces reconocer las virtudes de quien se ha criado en la casa de al lado, Miriam González Durántez, (que ya denunció a los medios por dar una «imagen frívola» de las mujeres de los candidatos, al fijarse sólo en los trapitos que vestían según nos dice El Diario Montañes ) le planta cara al mismísimo diario "THE TIMES" (uno de los periódicos más influyentes del mundo y por lo tanto con la responsabilidad de dar ejemplo) para sugerirle muy educadamente, a través de una carta, que se disculpe con Sara Carbonero por la portada que publicó dias atras insinuando que distraía la concentración del portero Iker Casillas, poniendo en duda su profesionalidad, tras la derrota de España contra Suiza.
El mundo explica la portada inicial tras el primer partido y la noticia de la carta de Miriam González al periódico inglés la recogen entre otros Expansión.com.
Sin duda el gesto de Miriam hace cierto el refrán español: "lo cortés no quita lo valiente" en lo que implica una gran defensa más allá de a una buena periodista, a todo un interés español, como ha sido el dejar bien claro la profesionalidad de los dos ofendidos, extensible simbólicamente, quiero entender, a la de toda España. Y es que nuestra "Lady Mi", como se me ocurre llamarle en clara alusión al carisma que consiguió "Lady Di", ha sentado las bases que dejan meridianamente claro que a España "ni tocarla", que ya tiene quien la defienda. El diario THE TIMES y por añadidura el resto de los diarios más prestigiosos, se pensarán muy mucho lo que publican a partir de ahora de España o de los españoles. A estas alturas ya nadie puede decir que la de Olmedo es sólo la mujer de. Y si sigue así dentro de poco habrá quien diga de Nick Clegg que es el marido de. Y a mucha honra, se entiende, "tanto monta, monta tanto,...".
Y es que estoy por asegurar que tras la victoria española en casa de los Clegg, como en la mayoría de las casas españolas, también se escuchó: "yo soy español, español, español,..."
Grande Miriam. Y ahora Olmedo más grande gracias a ti.
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