El pueblo de Sietes ha sido finalmente el elegido para ha presentación de Windows 7. La noticia la recogen muchos informativos, entre ellos 20 minutos, , El experto digital, Gente Digital, El País, ...
¡Nuestro gozo en un pozo! Me pregunto si no estaba ya decidido porque en las noticias dicen que los habitantes han recibido formación...
Claro que si al final Olmedo resulta elegido, quizás ya no podría llamarse el pueblo de los siete sietes...
Hola de nuevo, Raquel.
ResponderEliminarEn Sietes viven 40 habitantes, ¿te imaginas tener que dar formación a 3.600 y pedirles, encima, que guarden silencio a la prensa hasta el día D? Entiendo la decisión que ha tomado Windows. Aparte, es más fácil asociar su producto con el nombre del pueblo que no con "su coletilla", como sería la de Olmedo.
Eso sí, de haber sido aquí, podríamos perder nuestra bonito "apellido" por el de "el pueblo de los windows sietes". Y no es que Windows tenga demasiada buena prensa entre los informáticos, especialmente los que aman el software libre (Linux). Hay que mirar el lado positivo...
Contesto aquí tu último comentario en el otro artículo de Windows, sobre las olmedanas.
Sí, lo de que los hombres "ayudamos" en casa estaría muy mal dicho. Ahora estáis plenamente incorporadas al mundo laboral (que no quiere decir que sea justo con vosotras) y el peso de la familia y de la casa debe recaer en los dos. En mi opinión, este peso de responsabilidades, desde mi punto de vista, sigue desequilibrado en un, digamos, 60-40% hacia vosotras. La razón, a vuelapluma, creo que es educativa: por sintetizarlo en un ejemplo, pocos padres enseñan a sus hijos a cocinar y a sus hijas a hacer rozas en la pared para poner un enchufe. Espero que la compartición de tareas en el hogar traiga también una educación a los hijos en todas esas tareas, independientemente de su género. Iremos viendo.
En cuanto a los cuentos... Los cuentos son relatos fantásticos donde los lobos hablan, hay casitas de chocolate y las botas pueden avanzar siete leguas en cada paso. Si no hay documentación sobre olmedanas que hayan dado fama al pueblo, qué más da ¡Se inventa, se imagina! ...que es la gracia del cuento.
¿Desconoces, acaso, que la Virgen de la Soterraña, esa mujer pequeña, sentada, con un niño en brazos, poco antes de la llegada de los musulmanes al pueblo, dejó a Jesús en el suelo y con sus propias manos excavó el hoyo donde se refugió con su hijo hasta que fue redescubierta siglos más tarde? Y lo hizo ante la atónita mirada de un mendigo que no podía conciliar el sueño esa noche debido al hambre que pasaba su estómago. Antes de quedar cubierta por la tierra, la Virgen le dijo en ese tono cariñoso y maternal que emplea habitualmente: "Come y avisa a tus vecinos de la tragedia que se acerca". El mendigo contempló mudo de asombro cómo un naranjo creció lentamente del suelo donde la Virgen había desaparecido, hasta extender su copa y dar fruto en abundancia. Pensando que eso era cosa del Demonio, no se atrevió a moverse de donde estaba, pero su hambre pudo más y, con mucha cautela, se encomendó a Dios antes de arrancar una de aquellas hermosas naranjas. Tras saciar su hambre, recordó las palabras de la Virgen de la Soterraña y corrió por las calles de Olmedo gritando "¡Vienen los musulmanes! ¡Huid, huid!". Las pocas personas que tomaron en serio a aquel mendigo esa noche salvaron la vida. Los musulmanes tomaron la villa al día siguiente y respetaron el naranjo, pues también para ellos era alimento. El mendigo, profeta de la Virgen, relató lo sucedido a quienes le habían escuchado. El cuento, pues así lo tomaron, fue pasando de padres a hijos durante generaciones. Una de estos descendientes, mujer joven residente en los Ancares leoneses, decidió viajar a Olmedo para visitar el famoso naranjo del que tanto había oído hablar a su abuelo. Ya no estaba allí. En su lugar encontró un montículo de siete piedras. Con sus propias manos, como la Virgen, se puso a cavar bajo él y...
Se hace tarde. Seguimos charlando otro día.
Un abrazo
El Zorro Volador
Veo, como Zorro, que no formar parte de la última campaña de Windows tiene, al menos, tantas cosas buenas como malas.
ResponderEliminarRespecto a lo de la incorporación de la mujer al mercado laboral: siento tristeza. Ya era suficientemente desastroso que los machos (cutres guerreros) pasaran ocho horas al día haciendo el memo a cambio de pasta. Que ahora también lo haga ahora el otro 50% de la población es una calamidad. ¿Quién se hará cargo de mantener un mínimo de sentido común? ¿El común de los mortales? Eso sería lo suyo. Lo mío es el vuelo sigiloso.
Encantado de conocerte, Zorro. Por favor, no te quites la máscara, pero sigue escribiendo cosas interesantes. BYE nos da permiso. Raquel: me debes una respuesta.
Saludos.
Hola de nuevo también:
ResponderEliminarBueno Zorro, 'a magic moment' cuando te leí lo de la Virgen. Me pareció, eso, mágico, y me uno a Peri Lope pidiéndote que no dejes de compartir cosas interesantes con nosotros.
En cuanto al tema de la incorporación de la mujer al mundo laboral creo que tenéis razón los dos, y no sé quién se va a hacer cargo de mantener el sentido común, pero lamentablemente esa pasta, aunque no da la felicidad, ayuda mucho, y cuánto me temo que si muchas mujeres no hubieran tenido dependencia económica de sus maridos......, a ver, que no quiero ir por ahí.
Que mucha culpa la tiene la educación, en muchos casos 'machista', que hemos recibido, gran parte de ella impartida por la mujer de la casa (yo siempre digo que una mujer machista es un obstáculo más grande que un hombre machista en cuánto al avance de la igualdad de la mujer, aunque también es verdad que en la mayoría de los casos lo han hecho creyendo que era lo mejor, que han educado según han sido educados para educar, valga la redundancia) y ojalá estemos haciendo un poco mejor las cosas en ese sentido y seamos capaces de educar a los hijos que a las hijas con la convicción de que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Y que por otro lado lo de la liberación de la mujer no termino yo de verlo tan claro, al menos por ahora, en cuanto a que para muchas mujeres el hecho de trabajar fuera no sé yo si ha sido una liberación o una trampa muy bien camuflada, ya que ahora siguen haciendo en casa lo mismo que hacían antes de trabajar fuera y además el trabajo de fuera.
Lo ideal, para mí, sería un trabajo de 6, 7, 8 horas para cada uno de los cónyuges y adaptables de tal manera al horario escolar y al del otro cónyuge que entre los dos pudieran atender a los hijos sin tener que dejarles con los abuelos (que se están ganando el cielo) o con otras personas y que ambos tuvieran su independencia económica. Que entre los dos realizaran las tareas de la casa y del cuidado y atención de los hijos.
Pero para País de las Maravillas el de Alicia, y mientras eso llega siempre nos quedará Olmedo.
Y después de todo este rollito, de otoño ya, muchas gracias por comentar a los dos. No sólo os doy permiso, sino que os animo a ello. Sin duda el blog gana mucho con la aportación de todos.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSaludos a las dos, Peri Lope y Bye.
ResponderEliminarPor lo que a mí respecta, "no me quitaré la máscara", Peri Lope, aunque sea parte del disfraz del mítico Zorro, interpretado por Antonio Banderas, y no de mi menos agradable cuerpo de murciélago (zorro volador). Y seguiré comentando, cuando la ocasión surja, Bye, en tu bitácora, ya que me mantiene al tanto de lo que se va cociendo en el pueblo que me vio nacer. Siento no poder aportar noticias del mismo ya que no vivo su día a día, pero trataré de comentar aquello que me resulte relevante desde la distancia. O de imaginarlo, como con la Soterraña.
Siguiendo el tema de reparto de tareas y mundo laboral, noto a Peri Lope un tanto... cómo decir... decepcionado, incluso, rebotado con el género masculino, especialmente el que le rodea en el trabajo: "machos, cutres, guerreros, ocho horas al día haciendo el memo". Si es así, ya lo siento. Dales una oportunidad, que si Dios o el azar biológico los creó, alguna utilidad tendrían (aunque no se haya encontrado aún, je je je).
Los cambios de mentalidad no son cosas de unos años o de decretar unas leyes de igualdad y ya. El tiempo y la constancia moverán montañas. Paciencia.
Volviendo a Olmedo, comentar que desde la corta distancia de 50 kms, por lo que más me preguntan del pueblo es sobre el balneario. Qué tal está, si es muy caro, si merece la pena, quién lo lleva, etc. La semana pasada, un compañero hizo una reserva para sus padres en plan regalo. Me dijo que le costó tres peticiones, entre llamadas y correos electrónicos, para lograrlo, pues se confundían con la reserva (primero se la hicieron a él, luego sólo a su padre, finalmente a su madre también). No le supe decir qué tal estaban los circuitos ofertados ni si le saldría muy caro tomarse un café en el bar. Gracias a Dios, otro compañero que sí había estado una vez le pudo hablar de los cirucitos de relajación. Quiero decir que, por encima del Parque Temático, del Palacio del Caballero, de la visita cultural a monumentos o de los encierros, lo que más me han preguntado es por el balneario.
Los y las que vivís en el pueblo, ¿qué me podéis contar del balneario, desde vuestro punto de vista (ya conozco la página web)?
Un abrazo
El Zorro Volador.
Pues la verdad es que el balneario se convirtió enseguida en uno de los puntos más representativos de la villa. Supongo que sabrás su ubicación: Sancti Spiritus. Sé que antiguamente se hacía por allí una procesión con romanos y todo.
ResponderEliminarAhora la peña, sobre todo foráneos, aunque también villanos y algún que otro zorro volador (entiendaseme), vienen a relajarse con los masajes acuáticos y otros cuidados sibaritas pensados para cada siguiente lunes: cuando se habrán de levantar nuevitos para currar otra vez (produzcan, coño): qué raza la humana.
Claro, a ti no te hace falta tanta sofisticación: descansas colgado de las ramas. Qué curioso. Espero que no sea para echar las ocho horitas de marras para lo que te bajas de los árboles. Yo tengo un dueño que es librero. No comprende que no me guste el suelo. Aunque no me cuelgo de las ramas ten por seguro que me parece una forma digna de pasar el tiempo.
Un saludo, volador. Un saludo, BYE (me siento incapaz de saludarte al principio).
Que el balneario ha tenido éxito lo deduzco de ver su aparcamiento cuando paso con el coche por allá: lo tiene a rebosar los fines de semana. ¿Y trabaja gente del pueblo? Tenía entendido que sí, al menos, al principio de abrir el negocio.
ResponderEliminarLos de mi especie, aunque somos amantes del descanso y de un buen masaje relajante, nos conformamos con menos sofisticación. Y más barata, por supuesto. Las ramas son un sitio excelente para alcanzar el Nirvana, conectar con el Chi y con la Madre Naturaleza, dejándose mecer por la brisa, sitiendo el cosquilleo de la altura y, lo mejor de todo, posibilitando una rápida vía de escape cuando la comadreja del estrés trepa por el tronco del árbol hasta donde uno reposa.
¿Tienes un dueño librero? Pero, ¿la esclavitud no fue abolida en el siglo XIX? En cualquier caso, según lo describes debe ser tan poco empático como los esclavistas de entonces.
Sabes, Peri, siempre me imaginé que, de tener el valor de crear mi propio negocio, éste sería una librería pequeña: yo me dedicaría a ordenar el género, a comprar y vender libros y, sobre todo, a leerlos y olvidarme del mundo real durante la lectura. Tengo la visión del asunto idealizada, y sé que, de llevarlo a cabo, no sería como la imagino. Tú sabrás mejor que yo...
Un abrazo
El zorro volador
Lo bueno de trabajar en una librería es que uno se tiene que hacer el librero. Y eso tiene una ventaja principal: y es que ha de leer mucho. La invención triste que soy no está sujeta suficientemente bien por su dueño, no tiene un pellejo sobre el que sentir sus latigazos, y disfruta deslizándose entre miles de páginas a las que, por cierto, conviene pasar el polvo de vez en cuando.
ResponderEliminarTambién para Bye: ¿habéis visto el anuncio de Sietes? Sinceramente, me cuesta imaginar Olmedo en ese contexto.